El arrendamiento es una de las principales formas para adquirir o habitar una vivienda que puedes encontrar en la actualidad. Es un proceso fácil, pero que tiene diferentes aspectos clave que es importante conocer para poder realizarlo con éxito. Por ello, en este blog te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este tipo de contrato, y cómo se gestiona a nivel jurídico y contable. ¡Empezamos!

¿Te gustaría saber gestionar contratos inmobiliarios y ser experto en administrador de fincas? Consulta nuestro Máster en Derecho Inmobiliario y aumenta tus conocimientos profesionales.

¿Qué es un contrato de arrendamiento?

Es un tipo de contrato que establece un pacto entre dos partes en la que una cede su vivienda para que la otra parte pueda vivir en ella. A cambio se deberá pagar un alquiler a la parte que la está cediendo. En este sentido, este tipo de documento incluye todas las condiciones y cláusulas que deben tener en cuenta ambas partes.

En el sector inmobiliario es muy común que se lleven a cabo contratos de arrendamiento. Por lo tanto, un arrendatario será la persona que ocupe una vivienda a cambio del pago de una renta periódica.

Cómo se hace un contrato

A la hora de llevar a cabo un contrato de arrendamiento, debemos tener claro el proceso que se hace a través de una agencia inmobiliaria o directamente con un particular. La primera parte del documento irá encaminada a identificar a las dos partes que firman el acuerdo. Posteriormente, se detallarán las diferentes condiciones y responsabilidades que deben respetar en el contrato de arriendo.

En algunos casos, también puede ser necesario incluir las cláusulas especiales. Finalmente, se revisa todo el documento y, en el caso de no encontrar errores, se acaba firmando.

Tipos de contratos de arrendamiento

Existen diferentes tipos de contratos disponibles para un arrendatario. Es importante que entiendas los más destacados para saber la diferencia entre cada uno. Son los siguientes:​

  • Cosas: Generalmente, hace referencia al alquiler de bienes inmuebles como pisos o viviendas.
  • Servicios: se arrienda una prestación de servicios. No obstante, no debes confundirlo con un contrato laboral.
  • Obras: Es muy similar al anterior. Sin embargo, en este caso solo se paga un servicio cuando se obtiene un resultado determinado.

Otro de los tipos de arrendamientos más comunes que se pueden encontrar es el leasing. Esto es el alquiler de un producto, con un posterior derecho de compra.

Características principales de un contrato

Los contratos de arrendamiento tienen unas características principales que debes conocer. Las más destacadas son estas:

  • Consensual: Es uno de los más habituales, y requiere de llegar a un consenso entre las dos partes. Obviamente, es necesario respetar la legislación vigente.
  • Bilateral: Se llama así porque interviene una parte que es la que transmite su propiedad, y la que la recibe. Pueden intervenir más de dos personas como arrendadores.
  • Temporal: En este tipo de contrato hay un plazo de tiempo que marca su duración. Por tanto, ya hay una fecha de finalización establecida.
  • Oneroso: La persona que disfruta arrendando un piso o una vivienda ha de pagar una renta para poder vivir allí.

Renta y fianza: ¿cómo influyen?

La renta es una de las obligaciones principales en cualquier tipo de arrendamiento. Sin el pago de esta cuantía no se podrá llevar a cabo este tipo de operación. Asimismo, la fianza también juega un papel esencial. Es un dinero que pagas por adelantado al arrendador para poder alquilar.

Como conclusión, los contratos de arrendamiento son un mecanismo fundamental para que puedas alquilar una vivienda u otro tipo de bien.