El delito de acción y omisión son dos conceptos fundamentales que a menudo surgen en el vasto campo del derecho penal. Estas categorías forman la base de muchas discusiones legales y son esenciales para entender la responsabilidad penal. En este blog, exploraremos a fondo qué son los delitos de acción y omisión, así como las principales diferencias entre ellos.

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¿Qué son los delitos de acción y de omisión?

Para comprender estos conceptos, es crucial distinguir entre la acción y la omisión en el contexto legal.

  • Delitos de acción: Los delitos de acción implican la realización de una conducta activa que va en contra de la ley. En otras palabras, se castiga el actuar de manera contraria a lo establecido por normas legales específicas. Por ejemplo, el robo, el homicidio y el fraude son ejemplos de delitos de acción, ya que todos involucran la ejecución de una acción prohibida por la ley.
  • Delitos de omisión: Por otro lado, los delitos de omisión se centran en la falta de acción o negligencia por parte de una persona cuando tenía el deber legal de actuar. En estos casos, la omisión de realizar una acción requerida por la ley puede ser considerada un delito. Un ejemplo común es el delito de no prestar asistencia en caso de accidente, donde la ley puede exigir que alguien ayude en situaciones de emergencia.

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Principales diferencias entre delitos de acción y omisión

La diferencia más evidente entre ambos tipos de delitos radica en la naturaleza de la conducta. Mientras que los delitos de acción involucran acciones activas y directas, los delitos de omisión se relacionan con la falta de acción cuando es legalmente obligatoria. Otras diferencias son:

  • Elemento temporal: Los delitos de acción suelen estar vinculados a un momento específico en el que se comete la acción ilegal. En cambio, los delitos de omisión pueden tener un elemento temporal más extendido, ya que la falta de acción puede extenderse a lo largo del tiempo en el que existe el deber legal de actuar.
  • Elemento mental: En algunos casos, la culpabilidad en delitos de acción puede depender de la intención o conocimiento del infractor al realizar la acción. En cambio, en los delitos de omisión, la culpabilidad puede basarse en la negligencia o en la falta de cumplimiento de un deber legal sin importar la intención del sujeto.
  • Ejemplos ilustrativos: Para clarificar estas diferencias, consideremos un delito de acción como el robo, donde el acusado realiza activamente la acción de tomar propiedad ajena. Por otro lado, en un delito de omisión como la omisión de socorro, la falta de asistencia en una situación de emergencia cuando existe un deber legal de ayudar constituiría el delito.

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Comprender los delitos de acción y omisión es esencial para una interpretación justa y precisa del derecho penal. Reconocer las diferencias clave entre ambos tipos de delitos es fundamental para la aplicación efectiva de la ley y para garantizar la justicia en el sistema legal.