El administrador de fincas es una figura esencial en la gestión de comunidades de propietarios y propiedades en alquiler. Su trabajo garantiza el correcto funcionamiento de los espacios comunes, el cumplimiento legal y la transparencia económica. A continuación, te explicamos en detalle qué hace un administrador de fincas, cuánto cobra y qué estudios necesita para ejercer.
Fórmate con nuestro Máster Experto en Derecho Inmobiliario + Administración de Fincas
Índice de contenidos
¿Qué hace un administrador de fincas?
El administrador de fincas se encarga de gestionar los aspectos administrativos, económicos, legales y técnicos de una comunidad de vecinos o de fincas en régimen de arrendamiento. Su labor está regulada principalmente por la Ley de Propiedad Horizontal en España.
Sus funciones principales incluyen tareas como:
Gestión administrativa: Organización de juntas, actas y presupuestos.
Gestión económica: Control de cuentas, cobros, pagos y contabilidad.
Mantenimiento: Supervisión de reparaciones y servicios contratados.
Asesoramiento legal: Aplicación normativa y representación legal.
Relación externa: Trato con proveedores y organismos oficiales.
¿Cuánto cobra un administrador de fincas a la comunidad?
El precio que cobra un administrador de fincas depende de varios factores como el número de propietarios, los servicios contratados, la ubicación del inmueble y si existen tareas extraordinarias.
Los honorarios dependen del tamaño de la comunidad y la complejidad de su gestión. En comunidades pequeñas (hasta 10 vecinos) oscilan entre 60 y 100 euros al mes; en medianas (10 a 30 vecinos), entre 100 y 200 euros; y en grandes (más de 30 vecinos), a partir de 200 euros mensuales. Además, pueden aplicarse costes extra por gestiones extraordinarias, como obras, litigios o intervenciones urgentes.
¿Qué estudios tiene que tener?
Aunque no existe una única titulación obligatoria a nivel estatal para ejercer como administrador de fincas, sí existen formaciones recomendadas que permiten ejercer de forma legal y profesional, como por ejemplo:
- Grados universitarios relacionados: Derecho, Administración y Dirección de Empresas, Economía, o similares.
- Cursos o másteres especializados: existen programas formativos en Administración de Fincas, como nuestro Máster Experto en Derecho Inmobiliario + Administración de Fincas, una doble titulación que proporciona una formación completa en el ámbito jurídico y de gestión inmobiliaria.
- Colegiación: Aunque no es obligatoria, la colegiación en un Colegio de Administradores de Fincas aporta respaldo institucional, acceso a formación continua y mayor confianza para los clientes.
¿Por qué es fundamental esta figura?
No solo es importante desde el punto de vista técnico y legal, sino también como mediador entre los intereses individuales de los propietarios y el bienestar colectivo de la comunidad.
Su presencia ayuda a prevenir conflictos, mejorar la convivencia y optimizar los recursos disponibles. A medida que aumenta el número de comunidades residenciales y propiedades en alquiler, la demanda de profesionales cualificados en este ámbito también crece, lo que convierte esta profesión en una opción con gran proyección y estabilidad laboral a largo plazo.
También puede interesarte: ¿Qué hace un asesor laboral?
Además de una formación técnica adecuada, es fundamental que cuente con conocimientos en contabilidad, aspectos jurídicos y mantenimiento de inmuebles. También debe poseer habilidades de comunicación y capacidad para gestionar conflictos de manera efectiva, así como una buena organización y aptitud para tomar decisiones con criterio.
Formarse como administrador de fincas puede ser una excelente salida laboral con múltiples oportunidades en el mercado actual.